Por un lado, Saba nos ha sorprendido con un avance tecnológico que a buen seguro marcará un antes y un después en nuestro Bici-club: el termo. A pesar de que rozamos los 0 ºC, gracias a Saba y a los cafés "tocados" calentitos, pudimos empezar la excursión con buen ánimo. Por otra parte, encontramos bastantes dificultades para seguir el camino que marcaba el GPS, debido a las obras del AVE.
Elegimos esta etapa porque hasta el momento no nos habíamos acercado al parque eólico de Buñol en bicicleta, aunque ya habíamos hecho algún intento anterior que se malogró por el mal tiempo. Por otra parte, teníamos el infantil anhelo de encontrar nieve en las cumbres, después de tantos días de temporal. En este sentido quedamos decepcionados, pues solo al llegar a las cúspides pudimos ver algunos puñados de nieve; sin embargo, el soleado día nos permitió disfrutar del ascenso y de los paisajes solitarios.
Un fallo técnico nos impidió llegar al pie de los aero-generadores. Me adelanto a las ácidas críticas de mis compañeros, explicando que apagué el GPS para conservar las pilas, ya que pensaba que podría necesitarlas para seguir haciendo fotos. Para compensar, mientras pedaleábamos un poco perdidos, encontramos un lugar ideal para el almuerzo, que incluía café caliente...
Al final, contentos como niños por haber pisoteado multitud de charcos helados, disfrutamos de unas tapas en el bar "Los Cazadores". Espero que esta temporada tengamos muchas excursiones como esta...
El Presidente
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