domingo, 31 de mayo de 2009

BTT 090523 Vall de Gallinera

Propósito de difícil cumplimiento es el lema no escrito de nuestro Biciclub: que la bici sea el medio para compartir buenos momentos con los amigos, a la vez que conocemos nuevos lugares y costumbres. Compaginar la vida familiar de los miembros con escapadas de largo recorrido es un gran reto, por eso la mayor parte de las veces nos limitamos a exprimir lo más bello de los parajes próximos a Valencia, que no son muchos (gracias a que tenemos la Calderona o el Saler...).
Sin embargo, pocas veces podemos encontrar el tiempo para escapadas a otras bonitas zonas de la Comunidad Valenciana. Castellón y Alicante (ya sea costa o valles del interior), quedan normalmente fuera de nuestro alcance, pues los sábados intentamos volver cuanto antes a casa, a compartir el tiempo libre con la familia. Tampoco nos aventuramos por el interior de Valencia tanto como nos gustaría, aunque le vamos arañando terreno.

La cuestión es que esta vez nos hemos estirado un poco para conocer "la Vall de la Gallinera", aunque no pudo ser lo de hacer una etapa previa el viernes y hacer noche por la zona donde el sábado haríamos una ruta más extensa. La excursión por este valle ha sido una bonita experiencia, aunque la etapa se anunciaba exigente, con más de 1300 m acumulados.

Por resumir, que no por falta de adjetivos, diré que la etapa fue muy bonita, pero especialmente dura, pues el track discurría tanto por pistas como por trialeras y ramblas de piedra. Para colmo, una mala planficación por mi parte provocó que no tuviéramos idea clara del perfil que nos quedaba por recorrer, lo que nos impidió una buena dosificación de las fuerzas. Para compensar, redujimos un poco la distancia recorrida prevista, para no llegar con mucho retraso a la comida (en rojo los atajos).


Lo mejor: el "canario" (bebida local), amplios valles con cerezos y flores por doquier, así como sendas fuentes que nos salvaron de la deshidratación. Lo peor: la dureza del recorrido que nos afectó la moral y que nos impidió llegar a tiempo para una buena comilona en alguno de los restaurantes locales (hubo que conformarse con un menú simplón y caro en el restaurante de la piscina de Alcalá de la Jovada). En cuanto al tiempo, tuvimos de todo: sol, nubes y lluvia, pero se comportó.

Queda pendiente para el año que viene realizar la etapa completa (con visita al embalse) y la comilona.

El Presidente.

No hay comentarios: