Ni el frio ni la distancia nos puede quitar la ilusión de volver a estos caminos para rememorar, en nuestra juventud, aquellos paseos cabe al Turia, aquellas noches junto al fuego...
El punto de salida lo establecimos en Titaguas, donde aparcamos el coche y tomamos un chocolate caliente con coca de calabaza, gentileza de Saba. Con temperaturas bajo cero, nada mejor para animar un poco el cuerpo.
En esta ocasión, apenas unos 30 km en un tramo circular. Es un recorrido corto, pero no importa tanto la distancia como los lugares que hemos visitado. Además, tuvimos que rebajar un poco el ritmo, ya que Saba estaba algo por debajo de su rendimiento habitual, bien por el frio de la mañana, bien por su intensa preparación física en la piscina.
Pero el sol templó un poco el ambiente, y el recorrido fue bastante agradable (una vez superado el primer y largo descenso, en que las manos y las orejas se quedan congeladas). El almuerzo lo hicimos sobre la marcha, parando solo lo justo para no perder el ritmo.
El regreso al punto de partida se hizo un poco largo, entre otras cosas por problemas mecánicos con la Cube del presidente. Tanto retraso acumulamos que desistimos de subir al Observatorio de Aras; lo dejamos para la temporada que viene...
De regreso al punto de partida entramos en el Bar Bady a hacernos la cerveza, mientras esperábamos la llegada del rezagado presidente. Aunque los planes eran coger el coche hasta Aras para pegarnos una buena comilona, el calor de la chimenea nos convenció para tomar allí mismo unos embutidos del lugar. Os invito a leer póximamente la crítica gastronómica.
De vuelta a casa algunos se durmieron en el coche, más por el vino y la copa que por el esfuerzo realizado, y llegábamos a Valencia antes de las 17:00 horas, con tiempo de pasar un rato con la familia.
Os invito a ver las fotos en nuestro álbum online; el track queda registrado en http://www.bikemap.net/route/770157
Fernández
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