Eso es lo que hemos hecho este sábado, con un sencillo paseo por el carril bici de Valencia a Alcácer. Óscar aprovechó que tenía el día libre para unirse al grupo, mientras Saba se quedaba en casa practicando la meditación, para liberar su mente y alcanzar así un plano de realidad y entendimiento para conseguir la perfección en la cena que esa misma noche íbamos a celebrar en su casa.
La cuestión es que ahí estábamos Óscar, el Lupas y yo, a las 8:30 y a 1 o 2 grados. La ruta resultó tranquila y agradable, ya que el carril bici transcurre por una zona muy despejada, en su mayor parte paralelo a las nuevas vias del AVE. La temperatura no mejoraba, y pasamos de tener las manos congeladas a tener lo pies como témpanos... no hay más que ver la escarcha en la cara del Lupas...
Puesto que llegamos con tiempo a Alcácer, decidimos dar una vuelta por Picassent. El almuerzo lo tomamos en un bar del polígono, junto a la empresa del Lupas. Los bocatas de carne de caballo estuvieron a la altura de lo esperado.
Ya de vuelta, el sol parecía tomar fuerza, y pudimos bajarnos la cremallera de la chaqueta, pero poco más. Definitivamente creo que este va a ser el día más frio del año.
Fernández
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