jueves, 4 de agosto de 2011

110730 CHÓVAR

La etapa elegida para este sábado ha recorrido tierras de Soneja y Chóvar. Puestos a coger el coche, hemos preferido buscar una alternativa a La Calderona, y la Sierra de Espadán cumple con todos los requisitos: proximidad a Valencia, recorridos de montaña con buenos caminos, paisajes atractivos…


El recorrido elegido nos acerca a esta bonita sierra por su parte sureste, desde Soneja. Lo cierto es que al bajar el track (http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=607942) teníamos cierto escepticismo por el gran porcentaje de carretera que tiene la ruta (yo diría un 75% de asfalto), sin embargo gran parte de este tipo de firme corresponde a caminos asfaltados, sin tráfico de coches y que apenas pasa por algunas casetas dispersas.


En otras palabras, la ruta se ha caracterizado por bonitos paisajes y mucha, mucha tranquilidad. Hay que decir también que el día no invitaba precisamente al paseo de las multitudes domingueras, ya que la lluvia estuvo presente toda la jornada.
De hecho, el planteamiento inicial se vio muy condicionado por la lluvia… El plan era estar a las 7:00 en el punto de salida, para hacer el recorrido con el frescor mañanero y estar de vuelta antes de media mañana, para ir a la playa con la familia. Esa era la intención, y a las 6:30 ya estaba al volante… pero al llegar a Soneja, justo antes de salir del coche, el sirimiri se convirtió en lluvia pertinaz, y me retuvo hasta las 8:30 dentro del coche, hasta que amainó y pude subirme a la bici.


Mal empezaban las cosas, pero el asfalto me permitió mantener un buen ritmo hasta Chóvar, parando en algunas ocasiones para hacer unas fotos.
Pasando la población y empezando el ascenso al Pico Bellota, la lluvia se hizo de nuevo patente, y me obligó a hacer alguna parada al abrigo de las paredes de piedra y los pinos. A pesar de todo, la subida resultó cómoda por la buena calidad del asfalto. A la altura del Port d'Eslida (620 m), coincidiendo con un nuevo chaparrón, llegó la hora del bocata.


Desde aquí un desvío me hacía abandonar el asfalto en dirección a unas antenas en la cima del alcornocal. Ya pedaleaba con bastante retraso acumulado, y la subida a las antenas parecía un tramo costoso (a esas alturas, además, la lluvia se mostraba constante); por suerte el track tomó una variante a la izquierda. La ruta a partir de aquí ganó en variedad, ya que se convirtió en un sube-baja por caminos que recorren el bosque de alcornoques. Ni que decir tiene que el paisaje es muy bonito, pero el suelo mojado y las piedras de rodeno dispersas por aquí y acullá no permitían desviar la vista del camino.


Como no podía ser de otro modo, al final la ruta es en franca bajada, para compensar la subida inicial por el pueblo de Chóvar. Abandonando el camino, el tramo por asfalto que nos devuelve a Soneja (pasando por Azuebar) es también rápido y sin tráfico. Ahora la lluvia era bastante constante y -unida al agua que salpicaban las ruedas- no había manera de evitar el remojón.


En resumen, una ruta que alterna bien el asfalto con la tierra (los tramos asfaltados permiten mantener un buen ritmo, y disfrutar también del paisaje de almendros, olivos y alcornoques). El camino por el bosque obliga a trabajar el cambio y el bloqueo de la suspensión, y aporta ese condimento extra para los que nos gusta la montaña. No es agosto la mejor época para subirse a la bici, pero en esta ocasión el tiempo acompañó y el día lluvioso no hizo sino realzar los olores y los colores; encontré muy bonito también el hecho de pedalear casi casi a la altura de las nubes, a pesar de que al final acabé empapado y con la bici llena de barro...
Como he dicho, tomé el track de Alfonso Pitarque, que a su vez lo extrajo de una publicación ("El Alto Palancia: Itinerarios cicloturistas". Nosotros lo hemos dejado en http://www.bikemap.net/route/1146773, y como siempre las fotos las podéis encontrar en nuestro álbum online.

Saludos,
Fernández

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