111022 SANTO ESPÍRITU

Tras el "silencio administrativo" de nuestro amigo Saba, tomaré yo la iniciativa para publicar el comentario sobre la salida ciclista de hace un par de semanas.

Lo breve y claro no está reñido con lo justo, como se dice entre los juristas, así que no me voy a extender demasiado, entre otras cosas porque esta ruta ya es una clásica en nuestro biciclub y es ampliamente conocida también por todos los ciclistas de valencia.


Sí me gustaría destacar que en esta ocasión formábamos un grupo más numeroso que lo habitual, ya que se unieron a nosotros un par de invitados. Así pues, nos vimos en una mañana fresca pero soleada José, José, Javier, Javier y yo mismo (bueno, no hay gran variedad en los nombres, pero entre nosotros nos aclaramos...).

Javier (el segundo) es amigo de Javier (el primero, el que ya nos acompañó recientemente a las Cumbres de Calicanto), y quisimos dar una vuelta tranquila, al alcance de todos.


Como digo, resultó una mañana agradable, así que a los pocos kilómetros ya nos habíamos despojado de los quitavientos. La subida se hizo a un ritmo tranquilo, disfrutando del paisaje.



Sin apenas darnos cuenta ya estábamos de regreso buscando el bar Mediterráneo, en Puçol. Normalmente, a estas horas (sobre las 11:30) ya no suele haber mucho para elegir bocata, pero en esta ocasión pudimos disfrutar de unos calamares recién hechos "caprice des dieux".


Con la misma tranquilidad con que habíamos venido transcurrió el regreso, de modo que no queda mucho que contar. Si acaso alguna anécdota divertida, como una señora minusválida en pleno carril bici, de pié (¡¿?!) cogiendo florecillas del seto... el carril bici siempre es fuente de sorpresas...


Así que una etapa otoñal para no perder el ritmo, y pensando ya en el Memorial Aroca. Esperamos que Javier & Javier nos acompañen en futuras salidas, para ir compartiendo esas rutas de montaña que tenemos aún guardadas en el cajón.


Saludos,

Fernández