Hace un par de semanas pude disfrutar de una salida nocturna con Rafa -compañero de trabajo- y algunos viejos conocidos de la zona de Benaguacil. Me apunté a la propuesta sin conocer los detalles, a sabiendas que una nocturna siempre depara nuevas emociones.
Al no conocer la zona, simplemente me dejé guiar. Disfruté mucho del recorrido, siempre intentando sacar alguna foto que valiera la pena publicar (no es fácil manejar la cámara de noche y por una zona desconocida). Sobre la ruta elegida, comentar que se evitó en gran manera las carreteras principales, hasta tal punto que apenas si nos adelantaron un par de coches hasta que llegamos al último tramo (ya por carretera, pero también con poco tráfico). Todo gracias a que anduvimos por caminos, carreteras secundarias y algún que otro tramo de rambla.
Como es normal, en un grupo de unas 30 bicis y a la luz de la luna, tuvimos varios incidentes (pérdidas de linternas, salidas de cadena, pinchazos...) pero uno fue especialmente grave, ya que a apenas 500 metros del restaurante hubo una caida en el grupo de cabeza, con consecuencias serias para alguno. Después del susto, directos a por la cena (Restaurante L'Andana, de Benaguacil).
Tuvimos que contenernos con la bebida, sobre todo los que volvíamos a casa en coche, y la cena resultó relativamente tranquila. Más de uno tenía que volver pronto a casa...
En fin, una forma diferente de disfrutar de la bici. Espero que pronto el BVA pueda organizar la tradicional Nocturna a inicios del verano; se admiten sugerencias...
Como siempre, encontraréis algunas fotos en nuestro álbum online. Saludos.
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