Un par de semanas atrás, ante las dificultades de agenda de los miembros del bici-club, la salida se realizó en domingo. Este cambio de última hora nos dejó pocas opciones, así que aceptamos la invitación de Saba para acercarnos a almorzar a su residencia de campo. Nos acompaño su hermano David, ya que Oscar aún se resiente de algunas molestias en salva sea la parte.
El lugar en cuestión está en la Pobla de Vallbona, por lo que la ruta en sí misma tiene poco de interés, ya que transcurre por carril bici interurbano, carretera, urbanizaciones… Habría un modo más interesante de llegar, por el cauce del río Turia hasta Villamarchante y luego por carretera, pero se da bastante rodeo. Si acaso, comentar que el paseo estuvo más entretenido que lo previsto por el notable viento en contra, que nos obligó a forzar un poco el pedaleo.
Sin embargo, lo interesante del día estuvo más bien en el almuerzo… Los padres de Saba habían dispuesto un almuerzo muy completo, que nos obligó a dar lo mejor de nosotros mismos. Como si de un reto ciclista se tratara, hubo que sopesar bien la estrategia a seguir… el dilema entre sardinas o carne y embutido a la brasa se presentaba difícil de resolver.
Digamos que supimos dosificar bien, empezando con unas carnes que ya estaban en la mesa a nuestra llegada –templadas, pero muy sabrosas-, con una cervecita para recuperar líquidos. Saba estuvo muy diligente poniendo a la brasa algo más de carne y embutidos, a la vez que en otra parrilla preparaba las sardinas.
En contra de lo que esperábamos, quedó ganas para el pescado, irresistible por estar cocinado a la brasa. Para terminar, un redondo de galletas con chocolate y un café. El Lupas y yo teníamos que pensar en el regreso, así que no nos excedimos ni con la cerveza ni con las copas. Una verdadera lástima, ya que apetecía alargar la sobremesa en tan agradable compañía…
Sin más, nos despedimos y tomamos camino de vuelta por el mismo recorrido que nos había llevado hasta allí.Según lo previsto, el viento a favor nos permitió rodar a 25-30 km/h con facilidad, si bien al Lupas se le notaba cierto apuro. La llegada a Valencia, sobre las 12:30, nos permitió terminar la mañana cada cual con sus planes familiares.
Una ruta discreta pero disfrutando de la compañía y de la amabilidad de la familia
Sabariego i Gutiérrez. Gracias. El track no tiene interés, pero dejo las fotos en nuestro
álbum online.
Fernández
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