sábado, 12 de mayo de 2012

20120501.- Sierra de Irta

Como se avanzaba en el boletín informativo, ante la insistencia del Presidente habíamos optado por acudir a esta Sierra. A 115 km de Valencia, conllevo cierto esfuerzo logístico, ya que no eramos los 3 habituales sino que se venían 2 compañeros más. Javi al que ya lo conocemos de otras entradas y que acudió con su nueva máquina Specialized Camper y  Rafa compañero de trabajo del Presidente.


La salida la tomamos en Alcossebre y de hay por la zona interior de la Sierra se va ascendiendo hasta que aparece Peñíscola a lo lejos. Luego te dejas caer  y almuerzas en la propia ciudad del Papa Luna que como todos sabéis murió en 1423, a los 96 años en el Castillo de Peñíscola, a donde había mudado la sede papal, en el antiguo castillo de la Orden del Temple.



Paisaje típico mediterráneo, la Sierra de Irta esta situada al norte de Castellón, dentro de los términos municipales de Alcala de Xivert, Sta. Magdalena de Polpis y Peñiscola. Considerada como uno de los Parques Naturales mas fascinantes de la península, esta joya natural y paisajística es la única zona costera que queda libre de edificaciones desde Francia hasta Andalucía.



Castillos templarios, ermitas cristianas, restos de un poblado morisco ya desaparecido, increíbles acantilados que se abren frente al mar, playas de arena, campos de dunas... Es el Parque Natural de la Sierra de Irta.


La vuelta se realiza pegado a la mar de manera muy llevadera y con vistas excepcionales. La verdad  sorprende y contrasta la belleza de este tramo que como ya citamos está ausente de edificaciones.


El tiempo nos vino justito y acabamos en casa a las cuatro de la tarde con la habitual preocupación de nuestras queridas esposas.


Lamentable el almuerzo en Peñíscola, no me fije ni en el nombre del local, que falta de interés en los establecimientos túristicos de nuestra querida Comunitat.


1 comentario:

Fernández dijo...

Amigo Saba, que acertado estás, sí que deseaba hacer esta ruta desde hace varios años. Como bien dices, hay que hacerse un porrón de kilómetros, pero los comentarios que había leído en Internet sobre esta zona habían despertado en mí una gran curiosidad. Al final, la recompensa fue tan grande cuan grande fue el esfuerzo.

Algunos errores en la organización (mea culpa) provocaron que llegáramos a Alcocebre algo más tarde que lo previsto. Luego la etapa se desarrolló con normalidad, en tiempo razonable, y quizá en el almuerzo la atención se demoró más que lo esperado. El resultado final fue la acumulación de una hora de retraso.

En nombre de nuestros seguidores, te doy gracias por tus aclaraciones sobre el Papa Luna. Me gustaría también ampliar algunos comentarios sobre la ruta… La ida hacia Peñíscola –por el interior- sorprende por las zonas de umbría y fuentes, que crean maravillosos microclimas. El regreso bien lo has descrito tú: un continuado pedalear a orillas del mar, con vistas impagables; uno no deja de maravillarse de encontrar tantas calas y ni una sola urbanización o caseta. Por poner algún pero, os diré que los caminos son un poco "agrios", con bastante piedra suelta.

A pesar de la distancia a Valencia, yo aconsejo esta ruta para hacer de vez en cuando… el madrugón bien vale la pena. Lo único que lamento es no haber preparado la mesa y sillas plegables, ya que hubiera sido ideal comer a orillas del mar (hubiera bastado acercarse con el coche a una de las calas, una vez concluida la etapa).

Espero que la próxima vez no nos acucie la hora y podamos disfrutar un poco más de este extraordinario parque natural.