martes, 27 de noviembre de 2012

121103 PARQUE FLUVIAL RIO TURIA


Seguimos con lluvias día si y día no, así que no hay ambiente para organizar una ruta de montaña. Pero hay que animarse y salir, porque este otoño se presenta lluvioso...


Así las cosas, decidimos darnos una vuelta por el Parque Fluvial, tanto por hacer una ruta sencilla como por ver echar un vistazo a los estragos que haya podido causar el aguacero de los pasado días. Un paseo ya conocido, pero que en estas fechas tiene algunos alicientes: verde hierba por doquier, caminos sin polvo, ni rastro de insectos... y esta vez una novedad extra: nos acompaña Julian, que quiere hacerse alguna rutita sin la familia, a ver qué tal..


Pues nada mejor que una rutita llana como esta, con almuerzo en Ribarroja y de vuelta en casa a media mañana. Y los planes se cumplieron sin grandes sorpresas. Pudimos comprobar que los caminos tenían algún tramo algo deteriorado, pero nada importante.


Almuerzo en el Bar Conchin, que lo teníamos un poco abandonado; como siempre, bocatas bastante aceptables, con sus olivitas y cacaos (tendríamos que haber pedido ví en llimonà, más acorde a la temperatura del día), y todo a buen precio. Nos sorprendió ver, ya de vuelta, que el Asador Askuas tenía también bastante clientela, a pesar del ceniciento día.


A la salida del bar ya nos caía un molesto sirimiri, pero había que animarse a volver. Al final, no fue para tanto y aguantó sin llover apenas. El regreso se hizo a buen ritmo, por el ligero descenso y la ausencia de paseantes.


Como he dicho, encontramos algún efecto de las lluvias en los caminos, pero el río apenas tenía restos de cañas o troncos. Esperamos que a la llegada de la primavera los caminos estén otra vez en buenas condiciones.


Poco después de las 12 estábamos de vuelta en la capital, con nuestra dosis semanal de aire libre.


Le dimos el lavado de rigor a las bicis (excepto Julián, que al parecer no quiere lavarla a ver si así parece más vieja y la cambia antes...) Hasta otra... Fernández

121111 PUERTO DE SILLA

Nunca llueve a gusto de todos, y menos a gusto de los ciclistas, pero si hay que salir, se sale...


Y así, este fin de semana hemos tenido asistencia en pleno de todos los miembros, incluso Óscar se ha apuntado a la subida a Calicanto (a pesar de que no le gustan los descensos por caminos.


La mañana estaba bien fea, e iba empeorando ya desde los primeros kilómetros; tanto fue así que cruzando el Turia ya veíamos la cortina de lluvia sobre las Cumbres de Calicanto... Ni que decir tiene que decidimos todos a una girar 90º a la izquierda y dirigirnos hacia la zona de la Albufera, donde se veía algo de cielo despejado.


Para no complicarnos la vida con zonas embarradas, elegimos llegarnos hasta Alcácer por el carril bici, que tiene unas vistas agradables y un rodar rapidito. Tan rápido que hubo que hacer algunos kilometrillos más antes de pensar en el almuerzo: la improvisación nos llevó hasta el puerto de Silla.


Como véis, la lluvia nos estaba respetando, y compensaba la sencillez del recorrido con unas vistas estupendas.


Hubo que hacer un buen tramo por la autovía, hasta poder salir a la altura de Massanassa, ya sabéis... en la puerta de la cooperativa, donde se ponen las señoritas de la vida


Desde allí, ya directos hasta... ¿alguien lo adivina?, cómo no, hasta el Centro Cultural Castellar-Oliveral, para pedirnos unos buenos bocatas de... ¿alguien lo adivina?... ¡pues no!, nada de bocatas de carne de caballo. Esta vez nos hubiera gustado probar el de pulpo, pero a esas horas ni pulpo, ni puntilla. Pues nada, unos entrepanes de carne de caballo. Para Saba -cliente honorífico y amante de almuerzos pantragruélicos- dispusieron bocata y medio...


Para redondear la mañana entre amiguetes, varias copitas (varias copitas para cada uno, quiero decir) y de vuelta para casa... pero ¡ahora sí que llovía en serio!. O bien nos quedábamos tomando pacharanes o bien nos animábamos a pedalear bajo la lluvia y el vientecillo... mas saludable la segunda opción, así que nos pusimos en marcha bajo ese aguacero, por lo que a los pocos minutos ya estábamos empapados.


Y así acabó la mañana: otro fin de semana lluvioso, y ya llevamos unos pocos seguidos. Ya vendrán tiempos mejores, nunca mejor dicho...


Las fotos, como siempre, en nuestro álbum online, aunque esta vez hubo que hacerlas con el teléfono móvil y no son muy buenas. Un saludo, Fernández