domingo, 16 de junio de 2013

130608 MOLA DE SEGART

Amigos y compañeros de pedal...
Dejamos atrás la singular etapa que hicimos por tierras de la Vall de Gallinera, y volvemos a la Calderona de la mano de nuestro Presidente, que hoy nos ha propuesto una ruta que nos lleva a la Mola de Segart, con descenso por el monasterio de Santo Espíritu.
Comenzamos con un largo llaneo desde los límites de la ciudad, por el carril bici que compartimos gustosamente con otros usuarios (aunque no sean ciclistas y aunque no siempre lo usen con civismo, pero esto es otro asunto que ahora no viene a cuento).
A la altura del Puig nos adentramos hacia la sierra, pedaleando entre huertos de naranjos. El Lupas nos recomienda una parada para coger alguna de las naranjas que se quedaron tras la recolección.
Pero transcurridos unos 20 Km, dejamos ya cualquier rastro de asfalto y no adentramos hacia las estribaciones de la Calderona. El ascenso ya es patente, continuado, imparable hasta casi la cima de la Mola de Segart.
En uno de los últimos tramos el camino está bastante roto, y la pendiente es muy seria, por lo que habitualmente alguno de nosotros se queda descolgado. Esta vez le tocó a Saba, que sin embargo lideró un grupo que nos seguía y llegó junto a ellos hasta uno de los puntos más bellos de esta etapa, donde ya se vislumbra el mar.
En este tramo, un sube y baja continuado nos hace bordear la Mola, presentándonos varias bifurcaciones. Nosotros seguimos el rumbo marcado por Saba, que nos lleva a uno de mis tramos favoritos.
El descenso hacia Gilet, con algunos repechos que hay que superar, nos lleva por un camino entre pinos, con algunas ventanas que nos permiten visualizar el mar, y sobretodo con algunos tramos de rodeno muy suelto, en los que hay que poner los 5 sentidos...
Si no, que se lo pregunten al Lupas, que hace un par de años tuvo por aquí una caida bastante seria, o a Julian y Saba, que esta vez se llevaron algún sustillo que otro...
En definitiva, un descenso muy divertido, que nos deja prácticamente a las puertas del monasterio, desde donde hacemos el conocido camino hasta la urbanización Alfinach, y desde allí descenso vertiginoso directos a casa Aurelio...
Aún nos queda un buen tramo hasta Valencia, y el airecillo nos lo pone un poco complicado. De nuevo, agradable compañía hasta casa, completando unos muy decentes 70 Km (contando hasta la puerta de casa).
Como siempre, las fotos las encontraréis en nuestro álbum online. Un saludo.

jueves, 13 de junio de 2013

Crítica gastronómica: 130601.- Restaurante Les Columnes, en L'Orxa

Retomamos esta sección para hacer referencia a este local que nos sorprendió gratamente y convirtió una polémica en el seno de nuestro Biciclub en un serio éxito como yo ya anticipaba. Es cierto que los que tuvimos que renunciar al almuerzo nos vimos seriamente recompensados con la comida.
 

El BVA tenia un compromiso publicitario que cumplir con el ganador de " Se  tu el visitante 30000" que fue Quique Perea cineasta y vividor, véase Fragilidad y que había venido exclusivamente de Madrid para cumplir este sueño.   Había cierta oposición de algún miembro en cumplir este compromiso que consistía en una almuerzo completo a cargo del BVA. El desarrollo de la etapa imposibilitaba el pararse a almorzar en algún local así que decidimos alargar la parada hasta la hora de la comida.


Llegamos justitos a la hora de la comida, así que el ansia nos retorcía las entrañas, unos lugareños nos indicaron la localización del local y habíamos leído alguna recomendación en  la web.


El resto fue coser y cantar, los datos hacían referencias a la gran cantidad de tapas del local, así que decidimos tomar una surtido de las mismas y fue un éxito. Morro, bravas, huevas, callos, mejillones, calamares, pa amb tomaca...y cerverza sin restricciones que fueron muchas. La atención de los camareros fue excelente, bien es cierto que había poca gente. En general quedamos todos contentos. Hubo café, copas y un precio medio de 14€ que pagamos muy gustosamente y nuestros invitados quedaron muy contentos.

Este local se encuentra en:
Calle Safor, 15 03860 Lorcha Alicante
966 51 11 17

lunes, 10 de junio de 2013

130601.- L'Orxa (Vall de la Gallinera)

Ni que decir tiene que estábamos deseosos de retornar esta zona, hace un par de años nos gusto bastante y en esta ocasión se concentraban una serie de circunstancias que aun hacía mas interesante pasar un día en esta localidad. Recomendamos que echéis un vistazo al álbum online, se realizaron gran número de fotos.


Así que tomamos rumbo por la carretera con todos los medios disponibles del Biciclub Verano Azul, el vehículo en cuestión fue proporcionado por nuestro patrocinador habitual Ambeco (Gestion de Residuos), una hora y veinte fue necesario para llegar al destino.


Nos acompañaba en esta ocasión Quique Perea, cineasta (véase Fragilidad y www.lagranfarsa.com) y ganador del concurso del Biciclub Verano Azul, Se tu el visitante 30000. También nos acompañaba David Miguel Moreno de la revista Mancha bike, http://revistamanchabike.jimdo.com/ , primo de Julián y que vino directamente desde Alcazar de San Juan para acompañarnos en esta etapa.


El día amaneció perfecto y madrugamos lo suficiente para abordar los objetivos marcados, para la ruta realizada, elegimos una combinación de varias de las propuestas para la zona por el centro BTT de L'Orxa en concreto y como se proponía en una de las entradas anteriores fueron las rutas 5, 1 y 3.



La primera ruta, la 5 resulto dura desde el principio, partiendo de L'Orxa  directamente haces un ascenso por carretera que ya te mete en el cuerpo casi la mitad del desnivel acumulado de esta, eso si cuando llegas arriba se puede observa todo un valle de cerezos muy agradable a la vista.


A partir de aquí la, etapa transcurre por varios pueblos que forman parte de la conocida ruta de los 8 pueblos.  El terreno cubre las necesidades alimentarias siempre que sea necesario y sin que se realicen abusos.


 

Como decíamos tras el primer ascenso el recorrido fue ya un sube y baja mas soportable y muy agradable a la vista aunque eso si siempre por carretera, al final la ruta nos llevo hacia el embalse de Beniarres.


Después de la llegada al embalse nos quedaba una sorpresa que  no nos esperábamos había que pasar  el río Serpis por zona no transitable así que hubo que hacerse el ánimo y al agua.


Esta última parte resulto bastante húmeda y frondosa justo antes de volver al punto de inicio de L'Orxa.


Una vez de vuelta en el pueblo  había que iniciar la siguiente ruta, íbamos bien de tiempo ya que habíamos sacrificado el almuerzo a cambio de una buena comida al final de la etapa, así que nos pusimos a la marcha, hubiese sido una pena no realizarla ya que estábamos en L'Orxa y la ruta mas conocida y mas asequible para cualquier practicante de BTT o de senderismo era transitar por la via verde hacía Villalonga,  una de las rutas mas fáciles para cualquier persona y probablemente la mas vistosa. Transcurre por el trayecto que ocupaba la antigua via del tren que unía las dos localidades y en todo momento paralelos al  río Serpis. Es la ruta 1 del centro BTT.


Resulto muy transitada sobre todo por senderistas, a lo largo del recorrido se pueden observar las edificaciones de servicio de la antigua vía.


También se pasa por varios túneles, algunos de ellos en los que es necesario iluminación que si que llevábamos por que estábamos avisados.


Llegados ya al otro extremo de esta ruta 1, el calor ya afectaba y se empezaba a notar la falta de agua tras el tiempo que llevábamos en marcha. En este punto quedaba la opción de volver por la vía verde o abordar la ruta 3 que de nuevo tenía mas de 750 m acumulados.


El grupo se dividió en este punto y nos citamos de vuelta en L'Orxa. Fernando y David se vieron con la capacidad de abordar la ruta 3 y el resto volvimos por la vía verde, Fernando se equivocó y la pájara fue inesperada tuvo que ser asistido por David Moreno. Ambos grupos llegamos al pueblo a la misma hora y justo para comer.


Nos dirigimos a un bar recomendado por lugareños y comentarios en la web, se trata del Restaurante Les columnes, que será objeto de critica mas adelante. Solo me queda citar a Cavanilles:

“El Valle de Gallinera tiene como una legua de oriente á poniente entre los términos de la Adzuvia y Planes, y apénas un quarto de norte á sur entre los de Villalonga y Alcalá de la Jovada. Su suelo es desigual y abarrancado, pero tan poblado de lugarcillos, tan bien plantado de árboles y aprovechado, que su vista deleyta ahora se exâmine por partes, ahora se observe desde las alturas.”

Un día excepcional en resumen y de vuelta a casa a las 6 de la tarde.

 

domingo, 2 de junio de 2013

130525 CRUZ DE ANTENAS DE MONTEPICAYO

Con la plantilla al completa y de la mano de nuestro Presidente, geoestratega y crítico gastronómico Saba, volvemos a La Calderona después de unas (muchas) semanas recorriendo otras zonas (Calicanto, Sot de Chera, Higueruelas…).

Con destino incierto, nos íbamos acercando al final del tramo de la vía Xurra, donde hay que tomar el desvío hacia la derecha para dirigirse a la omnipresente Mola de Segart.

Si la idea inicial era subir la mola para seguir por Xocainet, las antenas de Montepicayo ejercieron su influjo sobre nosotros, y ya que Julián no había subido nunca, cambiamos en el último momento nuestro destino. Un paisano aficionado al pedaleo y ávido de conversación nos entretuvo algo de tiempo, que aprovechamos para tomar algo de fruta y barritas de cereales.

La subida por el lado este, que muchos conoceréis, es algo exigente, tanto por las pendientes de algunos tramos (sobre todo el inicial por asfalto, entre naranjos).

Cuando se deja atrás la pequeña estación eléctrica, el camino es menos empinado, pero por el contrario el firme está bastante mal (ni tierra, ni asfalto, ni pedruscos, sino todo lo contrario).

Sin embargo, conforme se avanza en la siempre constante subida, los caminos se vuelven más decentes, y las vistas nos premian con una panorámica de la playa y del Mediterráneo.

El tramo final vuelve a exigirnos máxima concentración, ya que es también bastante empinado, culminando en una rampa de hormigón (ya os podéis imaginar por qué), que nos deja al pié de las antenas.

El grupo llegó bastante disgregado (vamos, que cada cual llegó como pudo a las antenas), y tanto el Lupas como Julián decidieron hacer tiempo adentrándose en un camino de rodeno, hasta alcanzar la cruz de hierro que se ve desde la falda de la montaña. Saba, que llegó un poco más tarde, prestó también ayuda humanitaria a unos colegas, que se habían quedado prácticamente sin sillín...



La cruz no es que sea muy bella, apenas un par de hierros cruzados, pero se asienta sobre un vértice geodésico. Las vistas son también espectaculares, lástima que siempre se encuentra calima en el horizonte.

El descenso, hacia la urbanización Alfinach, siempre es agradable, en constante pendiente hasta llegar prácticamente a Puzol. El ritmo fue bastante animadito, tanto que me quedé un poco rezagado sin posibilidad de alcanzar al grupo.

En Puzol nos esperaba, como siempre, casa Aurelio, que tiene una terracita muy agradable. El trato cordial y los bocadillos bien hechos siempre compensan el esfuerzo. Alguno se tomó incluso una copita.

El regreso, como ya habíamos vaticinado desde el comienzo mismo de la etapa, fue con viento en contra. Una brisa que no llegaba a fastidiar pero que nos hizo pedalear en serio.

Pues, eso, una rutita completa, con llaneo y montaña, disfrutando de una primavera que comienza a hacer honor a su nombre, después de tantas semanas de frío y viento. Para la semana que viene, con la visita de un par de invitados de excepción, tenemos previsto acercarnos al Vall de Gallinera. Se masca la tensión. Os iremos informando.

Como siempre, las fotos en nuestro álbum online.