jueves, 26 de diciembre de 2013

131101 ALREDEDORES DE LA RODANA

Esta que os presentamos hoy es una ruta "menor", de esas que uno hace esos días tontos en que no hay tiempo para algo más excitante, pero que no queremos quedarnos en casa, sin nuestra ración de bici de montaña.Sin embargo, vista en su conjunto tampoco es una ruta cualquiera. Puede que no tenga la grandeza de las rutas de montaña, pero nos ofrece un poco de todo, lo que nos garantiza unas horas de entretenido pedaleo.
La idea inicial era dejarnos guiar por unos amiguetes de Julián; el encuentro estaba previsto en los alrededores de Manises, ya en el paseo del parque fluvial del Turia. A esas alturas, el Lupas ya tenía problemas con la tija del sillín, que se iba bajando poco a poco.
Después de un par de paradas para apretar a muerte la brida, el Lupas finalmente tuvo que regresar porque no había manera de mantener el sillín en su sitio. A partir de ese momento, el grupo siguió bordeando el cauce, hasta abandonarlo a la altura de "la presa", en dirección a Loriguilla para seguir luego hasta la zona de Carasoles.
Algunos tramos de asfalto por tranquilas carreteras locales, y ya estábamos al pié de colina de Carasoles, que subimos en un plis-plas. El soleado día invitaba a disfrutar de las vistas, pero nos quedaba camino por delante y apenas paramos un par de minutos en la cima. A partir de ese momento tras unos kilómetros de transición, entramos en la falda de la Rodana, donde pudimos disfrutar de bonitas sendas entre los pinos.
No faltó alguna caída anecdótica... la 29" de Julián no termina de esquivar bien los pinos... Pero se nos pasó volando este bonito tramo, y poco después nos vimo entrando en Villamarchante (día de Todos los Santos), en busca del almuerzo.
Un almuerzo muy lucido, ya que estuvimos en la plaza del pueblo, un lugar amplio y luminoso (que no soleado, aunque el día no era del todo frio). Lo cierto es que no me quedé con el nombre del bar, pero como digo es muy fácil de localizar. Eso sí, la megafonía del ayuntamiento nos taladró los oidos con música ciertamente desafinada.
El regreso, para no complicarnos con el tiempo, lo hicimos por el conocido cauce del Turia. A pesar de la hora, no había demasiada concurrencia, así que pedaleamos con tranquilidad y disfrutando del trecho en ligero descenso.
Y disfrutando también de las bonitas vistas...
Una agradable mañana que me ha brindado la oportunidad de acercarme al paraje de La Rodana, además de conocer a los amiguetes del July. Interesantes sobre todo las sendas, pero seguro que vale la pena también subir a esas antenas que veo en algunas fotos de la web. Lo apuntamos para el 2014.

Todas las fotos, como siempre, en nuestro álbum online. Un saludo a todos.

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