sábado, 23 de noviembre de 2013

131019 Pico Hierbas (Chiva)

19 de octubre del 2013. La semana pasada, aprovechando el puente, el BVA casi al completo estuvo por el norte de España, recorriendo algunos de los tramos del Camino de Santiago. Resultó toda una experiencia, y en breve haremos algunas entradas en este blog para compartir con todos vosotros las fotos y algunas anécdotas.
Pero hoy me gustaría mostraros la ruta que hicimos este sábado... Con la mitad de los compañeros ausentes, propuse a Julián darnos una vuelta por la sierra de Chiva, con sus singulares barrancos y el Pico Hierbas. Julián, que se apunta a todo, no se lo pensó, y hacia allá nos dirigimos con el coche, para hacer la ruta desde la localidad de Chiva. La ruta es básicamente mitad subida y mitad bajada, con algunos tramos singulares como la trialera y las sendas que nos encontramos al regreso, bajando del Pico Hierbas. La primera anécdota del día ocurrió apenas subirnos a la bici, ya que el July tuvo que desmontar el portabidón de su 29er, ya que la rueda chocaba con éste al actuar la suspensión delantera... cosas de estrenar bici...
Poco después viviríamos otra nueva anécdota, propiciada por una interpretación errónea del track, ya que iniciamos la ruta en sentido inverso. Afortunadamente, mi conocimiento de la zona me permitió rectificar rápidamente y buscamos un enlace, a través de caminos, para rectificar el trazado. Lo malo es que resultó bastante complicado cruzar el pequeño barranco de lado a lado, ya que cañaverales y zarzas creaban un muro en medio... Nos vimos sortenando algún ribazo y campo de algarrobos, pero finalmente conseguimos retomar la ruta buena.
Como decía, la mitad de la ruta es básicamente de ascenso, primero por camino asfaltado, por el sinuoso "Barranco Grande", pasando por la Fuente del Enebro y acercándonos a la zona de "La Marjana". La zona es conocida por su valor geológico; las vistas sobre el barranco son espectaculares, lástima que el día estaba un poco nublado...
En este tramo de asfalto, ¡que a Julián se le estaba atragantando!, se nos unió Jorge (creo que ese era su nombre), que nos acompañaría ya hasta casi el final de la etapa. A partir de ese momento se abandona el asfalto para dirigirse hacia el Pico hierbas, por caminos en estado regular. Julián, como es de constitución ansiosa, se adelantó en algún tramo de descenso, y se pasó el desvío a la derecha, con su cartelito y todo... anduvimos unos minutos indecisos, ya que no sabíamos qué dirección había cogido y los móviles estaban sin apenas cobertura.
Después de unas cuantas voces, finalmente nos reunimos de nuevo y ya no paramos hasta llegar al observatorio del Pico Hierbas. Hay que destacar que las vistas justo antes de alcanzar la cumbre son espectaculares sobre el valle... lástima de las nubes bajas, ya que en anteriores ocasiones he podido comprobar que el paisaje de verdad quita la respiración.
Y ahora llega lo bueno: el regreso por sendas con bastante piedra suelta, subiendo y bajando a lo largo de algunos kilómetros, hasta llegar a una trialera que se encuentra en el límite entre lo divertido y lo peligroso. Guardaba un recuerdo muy bueno de este tramo -me va esto de las trialeras- pero a Julián y Jorge no les entusiasmó demasiado... lo cierto es que se trata de un caminito de pedruscos sueltos y angulosos, donde cualquier fallo se puede pagar con un buen susto.
Lo cierto es que me arrepentí un poco de haberlos llevado hasta allí, pero a Jorge parece que le gustó la experiencia (lástima que su Giant semi-rígida no le permitió muchas alegrías), y a Julián hay que meterle caña, que el cuerpo se lo pide...
Pero la verdad es que acabaron bajando, entre maldiciones, arañazos en las piernas y algo de disfrute. Luego, el resto es ya por caminos y finalmente asfalto hasta Chiva. Eran casi las 15:30 cuando nos despedíamos de Jorge (que se encaminaba hacia Cheste), y apenas nos dió tiempo a una cervecita rápida: ¡qué menos, ya que el bocata nos lo tomamos en ruta y con cierta prisa!
En fin, supongo que tardaremos en volver por la zona (aunque yo tengo por costumbre acercarme a celebrar el Año nuevo)... la próxima vez nos traeremos a Rafa para que conozca los bonitos barrancos de esta sierra de Chiva. Como siempre, os dejo las fotos en nuestro álbum online. El track lo encontraréis en Bikemap...

lunes, 18 de noviembre de 2013

130914 RIBARROJA

¡Vaya racha llevamos! Estamos en pleno noviembre, con el invierno que ha caido con todo su peso, y me veo escribiendo la entrada correspondiente a principios de septiembre... ¡a esta marcha no recuperamos el retrado en el blog!


Como ya sabéis los de esta zona, el recorrido por el cauce del Turia hasta Ribarroja es un paseíto (unos 40-50 km ida y vuelta) en llano, si exceptuamos algunas pequeñas rampas y los numerosos puentes que nos llevan alternativamente de una ribera a otra del río. Al seguir el lecho del río, el tramo de ida es ligeramente ascendente, y a la vuelta se puede alcanzar un ritmo muy bueno... aunque este sábado no era un buen día para ello.


Yo no sé si sería porque volvíamos de las vacaciones de verano o qué, pero esa mañana, a pesar que que apenas eran las 9:00, el camino estaba a parir de compañeros ciclistas... esto tendría que ser una buena noticia, pero la verdad es que los grupos que se iban formando nos entorpecíamos los unos a los otros, sobre todo porque algunos se empeñaban en adelantar a cualquier precio... Hay que destacar que los matorrales estaban invadiendo los márgenes del camino (lamentable mantenimiento por parte de los responsables, si atendemos también a los socavones y cárcavas que las lluvias van creando y que no se reparan), y esto lleva consigo que el camino se estrecha y se complica cuando nos cruzamos de cara con ciclistas y paseantes. La cuestión es que el tramo de ida resultó algo estresante por la aglomeración... pero lo cierto es que algunas chicas alegraban la vista...


Pero para aglomeración, la del Restaurante Askuas... ¡vaya aforo! Creo que nunca había visto tantos ciclistas juntos... ni en el Circuito de la Serranía...
Eso sí, hay que reconocer que la logística estaba bien resuelta: ya no funcionaba el aparcamiento del solar contiguo, pero un empleado del restaurante se encargaba de organizar los aparcamientos a todo lo largo de la calle... bueno, una imagen vale más que mil palabras...


El almuerzo también muy bien atendido. No encontramos sitio en la terraza, pero en el pequeño comedor pillamos una mesa con vistas al río... muy romántico. No quisimos excedernos, y en vez de "arreglaíto" nos conformamos con unos bocatas, eso sí, bien acompañados de su tapita de pimientos y la correspondiente cerveza helada.


¡Para que decir nada de los chupitos!


El regreso, como digo, bastante rápido, aunque veréis en la foto que en algunos tramos íbamos segando los márgenes con el manillar...


Por lo demás, una mañana muy agradable, que marcaba el regreso del Lupas al BVA, después de varias semanas saliendo solo con la bici, por las tierras de Vera (Almería). Por otra parte, veréis que yo había dejado aparcada la Scott para rodar un poco con la antigua B-Pro, como preparativo del Camino de Santiago (pero esa ya es otra historia...).


Los grandes ausentes: Saba y July, que se perdieron el pedazo de almuerzo y una ruta bastante agradable, sin complicaciones.


Como siempre, el polvo blanquecino de este recorrido obliga a darle un manguerazo a las bicis.


Esto es lo que dió de sí el reencuentro parcial del BVA después de las vacaciones estivales. Esa misma tarde salí con la familia a patinar... y llegó el fatídico esguince de rodilla... Continuará...

martes, 5 de noviembre de 2013

130907 ARRABAL

Continuamos con la puesta al día de las crónicas de las últimas etapas. Este año no hay manera de ponerse al día... como se verá en posteriores entradas en este mismo blog, este año está siendo muy movido para el BVA, y apenas tenemos tiempo ni de atender el blog.
Como veréis en estas fotos, la salida de esta semana de septiembre se desarrolló por los alrededores de Valencia, que nosotros llamamos "arrabales" con toda propiedad, porque vienen a ser los barrios menos cuidados de nuestra ciudad. Eso sí, la ruta se alargó hasta los arrozales de la Albufera, donde el entorno natural es todo un placer para los sentidos.
Saba insistió en hacer una incursión por el nuevo cauce del Turia... parece que ya se le ha olvidado las penurias que pasamos la última vez que lo intentamos. No es que sea una ruta muy ciclable, la verdad... rocas, matorrales, etc. hacen imposible el pedaleo, por no hablar de la peligrosidad de cruzar la autovía por lugares "no autorizados". Sin embargo, la mentalidad juvenil y lozana de Saba se impuso, y allá que nos fuimos el BVA casi al completo (faltó el Lupax)... lástima que nuestros cuerpos ajados por el tiempo no acompañen a la mente...
Se daba además una extraña combinación de bicicletas, ya que Julián tenía la Lapierre en dique seco (vaina partida), y llevaba mi Scott; yo montaba la antigua B-Pro, rescatada del trastero. La cuestión es que la suspensión de la Scott no estaba ajustada a su peso (algo superior al mío, será que tiene más músculo, je, je), y la B-Pro no iba muy fina con el cambio... esto bastó para convencer a Saba de que nos sacara del cauce, que estaba intransitable con esos matojos de más de un metro de altura.
Una vez fuera del infierno, nos dirigimos hacia los campos de arroz, que en esta época son mares de espigas verdes, una preciosidad. No se si el día nublado le restaba o le añadía belleza al paisaje. Fue un paseo muy agradable.
Nos dejamos llevar por Saba, serpenteando entre los campos de arroz y bordeando las acequias. La lluvia amenazaba pero no terminaba de caer.

Después de rodar sin rumbo fijo y con la sola idea de relajarnos mientras pedaleábamos, nos encaminamos -como no- hacia el Centro Cultural Castellar-Oliveral. El resto ya os lo podéis imaginar... Muy elocuente la foto en la entrada del bar: preciosas BH plegable nos trasladaban a nuestra infancia.
En fin, una mañana bien aprovechada, ya que salieron bastantes kilómetros. Mientras, el Lupax creo que andaba por Valdepeñas con su bici.
El reportaje fotográfico completo, como siempre, en nuestro álbum online.
Un saludo.