miércoles, 8 de enero de 2014

131221 HORTA NORD

Etapilla sin grandes pretensiones; eso sí, pasar un buen rato con los amigos y, si damos en el clavo con el bar, pegarnos un buen almuerzo de navidad.
Ruta elegida: sencillo paseo siguiendo la Vía Augusta, para llegar al Puig y plantarnos en la montaña del Castillo o de “La Patà". Como se puede ver, hubo una parada obligada para tomar algo calentito (carajillo, poleo... cada uno a lo suyo). El Lupax se había quedado dormido y prácticamente lo sacamos de casa sin desayunar.
Otra parada ineludible, para hacernos una foto en el Monasterio del Puig. Es esta una localidad pequeña, pero con gran historia y bonitos barrios residenciales. Romanos y árabes dejaron su huella aquí, antes de que fuera reconquistada por El Cid, y es visita muy interesante la montaña con los restos del castillo.
Es también un sitio gracioso para hacer un poco de trial, ya que la etapa es corta y hay tiempo para divertirse un poco. Saba había propuesto hacer unas series subiendo y bajando (hay un par de accesos, uno por tierra y otro hormigonado), pero como siempre pasa... nos fuimos directitos al tema del almuerzo.
Del bar no puedo dar el nombre... estaba recién reformado y la fachada no daba razón alguna. Un vecino nos vió dudar en la puerta y nos animó a entrar, y así hicimos. No hay mucho que contar; si a cuatro machotes como nosotros les pones un platito con siete olivas y otro con doce cacaos... pues que no vuelves por ese bar. Pero estábamos de buen rollito y con ganas de pasarlo bien, así que disfrutamos de los bocatas -correctos excepto por el pan- y nos echamos unas risas.
Momento también para cerrar oficialmente la temporada 2013, sacando cuentas y comentando algunas ideas para el año que entra. El July nos confirmó que se "apunta" formalmente al BVA, así que ¡ya somos cuatro! Bueno, la verdad es que July ya venía participando en casi todas las salidas, como el que más, así que no deja de ser una pequeña anécdota y una buena excusa para celebrarlo con unas copitas...
El almuerzo se alargó más que de costumbre, pero aún nos quedaban ganas de bici y disfrutamos del camino de vuelta. Al fin y al cabo nos había salido un día estupendo.
Es hora punta en el carril bici a su paso por Massalfassar, Albuixech o Alboraia, pero uno ya se lo toma con filosofía y va esquivando a caminantes y perros. Al fin y al cabo ya nos se sabe a ciencia cierta si es un carril bici o una "avenida del colesterol".
Y eso ha sido todo por hoy... la cámara de fotos era la dichosa Olympus, que no da para más, pero ahí quedan las fotos para el recuerdo.

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

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