Esta excursión se está haciendo un hueco entre las clásicas de nuestro bici-club, presicamente porque es una etapa rodadora (más de 60 km), pero tiene ese puntito... ese aliciente que le da la subida a las antenas. En esta ocasión, la meteorología no animaba demasiado, lo cual añadía emoción al asunto. Al final, tuvimos de todo: lluvia ligera, viento, frío, sol...
Debido al viento helado en la cima de Montepicayo, no se pudo completar el ascenso a la cruz, tan esperado por todos. Queda pendiente para la próxima temporada.
La salida de la semana que viene queda en duda, pues se trata de un puente y las obligaciones familiares mandan.
El Presidente.