
Compañeros de pedal,
Ya llevamos varios años compartiendo fines de semana sobre la bicicleta, y tendo que reconocer que pocas excursiones me han sorprendido tanto como la de este fin de semana.
La subida a las cumbres de Calicanto es conocida por todos los ciclistas de l'Horta; ya sea para entrenamiento o para salidas en grupo cuando hay poco tiempo disponible, todos pasamos alguna vez por esta ruta.
Sabéis muy bien que nunca me ha gustado demasiado esta excursión, pues no tiene la belleza de otros parajes o la prestancia que dan las largas rutas... Sin embargo hoy hemos disfrutado de una variante de esta ruta que aún no conocíamos: la trialera desde las antenas.
Aunque en internet ya se habla sobre esta variante, queremos desde nuestro modesto bici-club resaltar la belleza inesperada de este descenso. La crudeza del recorrido no es propia de una urbanización tan poblada, y sorprende porque esta ladera es totalmente distinta al ascenso por asfalto.

Se trata de un camino descarnado, con piedras afiladas y pendientes muy acusadas, que invita más bien a bajarse de la bici y caminar con prudencia; pero ya llevamos algunos kilómetros a las espaldas, y uno va cogiendo experiencia, por lo que no es de extrañar que nos hayamos animado a descender sin poner pié en tierra, a llevar al límite nuestras modestas bicicletas, a bajar el sillín cual especialista en descensos y a disfrutar de una larguísima trialera.

Al final, con cierto tembleque en las piernas y los brazos (pero sin piñarnos), hemos llegado de nuevo al asfalto, donde nos hemos dado un abrazo, sin más...
La mañana ha sido nubosa y fría, pero se podría decir que hoy nos hemos ganado el almuerzo y que Calicanto ya nunca será lo mismo.
El Presidente