Ya en Gilet, decidimos no acercarnos a Santo Espíritu, por falta de tiempo, así que nos fuimos pitando para el bar Mediterráneo. Como es habitual en este bar, a media mañana ya había poco para elegir, así que salvamos el almuerzo con un bocata de calamares y otro de lomo. Eso sí, los 4,80 euros marcan record en el ranking de bares bicicleteros...
El regreso fue por separado: Saba hacia Valencia, y yo hacia Canet, atravesando el puerto comercial, donde pude acabar la etapa con un refrescante baño en la playa, junto a mis chavales. Esto habría que incluirlo en alguna etapa, ¿no?.
Por cierto, Chemaka, ¿para cuando unas fotos del bebé?.
El Presidente.
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