viernes, 10 de enero de 2014

131229 CALICANTO

Cuando ya habíamos cerrado la temporada, con el almuerzo navideño incluido, nos hemos sacado de la manga una última salida en bici, el día 29 de diciembre. Nada complicado, más para escapar de la vorágine navideña (comilonas, actos familiares, tiendas...) que para hacer una ruta seria.
Pero de una manera u otra ahí estábamos, con la ausencia de Saba, una lástima, pero con ganas de subirnos a lo alto de las antenas de Calicanto. Como se ve en las fotos, un días estupendo, sin apenas viento y con un sol radiante. Tanto que entrando a la urbanización, y justo antes de empezar a subir, tuvimos que parar para quitarnos la mitad de las prendas de abrigo.
La subida, como siempre, conservadora. Cada uno a su ritmo, y más un día claro como este, en que vale la pena hacer alguna paradita para contemplar el paisaje. A media subida adelantamos a una ciclista que rodaba sola, y tras cruzar algunas palabras le animamos a bajar con nosotros por la senda de tierra.
Sin hacer parada alguna, pasamos del asfalto al camino que lleva a las antenas. Es un tramo bastante irregular, con piedra suelta y bastante bacheado, pero añade algo de diversión tras la monotonía de la subida por asfalto.
Al pié de las antenas paramos unos minutos para hacernos algunas fotillos. Aquí falta Saba, claro... lo hemos cambiado -por un día- por esta chica tan guapa.
Y ya directos al bar, en un descenso tranquilo y con varias paradas, nuevamente, para hacer alguna foto. Esta vez no tomamos la trialera que sale a la izquierda, a mitad de bajada.
Una vez abajo, nuestra compañera de ruta (¡joder, mira que no preguntarle ni cómo se llamaba!) nos invitó a acompañarla a almorzar, ya que su grupo habitual le esperaba en el bar Buenavista. Sin embargo, era aún un poco pronto para el bocata, así que el Lupax propuso volver de un tirón a Valencia y almorzar en algún bar de nuestro barrio.
El regreso, como es habitual, lo hicimos a buen ritmo. Con el viento ligeramente a favor y con ganas de "echar el resto", nos plantamos en la ciudad en un plis-plas. Directos a "La Tinaja", donde siempre nos han tratado bien (aunque no es un bar de ciclistas, sino un barecito de estos de barrio). Ahora lo llevan unos chinos, pero las tapas están igual de buenas.
Platito de puntilla, una de rabo de cerdo y unas cervecitas. De ahí directos a casa, dando por cerrada la temporada 2013... todos menos el July, que se quedó esperando a la familia que andaba por ahí paseando también en bici.

Saba, te dejamos las fotos en nuestro álbum online, para darte envidia. ¡Nos vemos en el 2014!

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