A espera de otras conocidad rutas por la Calderona, hemos querido hacer algo asequible, ya que nos acompañaban Julián y Ester, y no sabíamos cómo iban a responder en estas rampas finales. Hay que decir que no han tenido ningún problema, y supongo que han disfrutado como el que más, a pesar del frío.
Julián estrenaba bici (una flamante Lapierre), mientras Ester (que es más de bici de carretera) se ha conformado con la antigua bici de Saba, que en su época ya presumía de cuadro de aluminio, y por la que no pasan los años.
De la ruta hay poco que destacar, ya que se trata de un recorrido muy sencillo. Eso sí, quisimos darnos un homenaje y nada mejor que un almuerzo en Casa Aurelio. Lástima que aún no daba el sol en la terracita, pero dentro del local estuvimos muy cómodos. Un bar de referencia para almuerzos ciclistas, ya que es espacioso y las bicis se controlan bien.
Hubo tiempo para las copas y hasta polvorones (detalle de la casa), a la vez que cerrábamos las cuentas del año en curso, como preparativo previo al cambio de presidencia.
El regreso, en una mañana soleada y con ligero viento, lo hizo cada cual a su ritmo, ya que algunos tenían prisas por llegar a casa. Nada más que añadir a esta agradable excursión; las fotos, como siempre, en nuestro álbum online.
Como Presidente me alegro de haber estado tan bien acompañado durante todo este año, y especialmente en esta última etapa. A Julián le animo a acompañarnos con más frecuencia (hay mucha Calderona por conocer) y a Ester... pues que cambie la bici de carretera por una con tacos, que lo va a pasar muy bien con nosotros.
Un saludo y os deseo lo mejor para el 2013. Fernández.
2 comentarios:
Ya he estado hablando con Julian, asi que algún fin de semana organizar alguna buena, para publicar la crónica en nuestra revista y me voy para allá, a compartir pedaladas con vosotros.
Hasta la vista...
Genial, cuanto más seamos, mejor lo pasaremos. Pero ya te habrá dicho Julián que somos cañeros, ¿no?... no hay más que vernos...
Publicar un comentario