El pasado sábado estaba complicado que pudiéramos salir con la bici, por las obligaciones familiares, así que finalmente pudimos acordar una salida cortita para el domingo. De este modo, Oscar pudo unirse a nosotros y el biciclub volvió a recordar los viejos tiempos en que el grupo llenaba la mesa del bar.
Para dar una vuelta rápida, la ruta elegida fue el clásico paseo por el parque fluvial del Turia. Debido a que no quisimos madrugar, encontramos bastante concurrido todo el recorrido, lo cual condicionó un ritmo algo más lento del habitual; pero lo importante es que pudimos disfrutar de una soleada mañana.
No hay gran cosa que destacar, salvo que vimos frustrada nuestra intención de almorzar en el primer bar de la cuesta por el viejo castillo, ya que estaba a tope... Tampoco pudo ser en el Bar Conchin, que estaba cerrado (¿?). Finalmente echamos mano de nuestro archivo y pudimos almorzar en el "Bar Sol". El almuerzo fue bastante correcto, con una buena atención y bocadillos bastante apañados; el precio resultó muy competitivo, ya que por 21 euros almorzamos los cuatro, con café y copa incluidos. Por poner alguna pega diremos que el local pecaba de falta de variedad en los bocatas.
El regreso transcurrió también según lo previsto, con abundancia de aficionados compartiendo el camino y una parada técnica para lavar las bicicletas. Hay que destacar que algunas máquinas necesitaron de ajustes tanto al principio como al final de la etapa, según palabras de Saba: "...es lo que tienen las bicis de calidad, que requieren ajustes de precisión". Poco más en este paseo dominical, en espera de etapas más grandiosas.
Las fotos, como siempre, en nuestro album online.
Fernández
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