viernes, 12 de agosto de 2011

110807 ALMENARA


Esta entrada es solo una breve reseña para comentar la salida del pasado sábado, en solitario. Paradójicamente, el Biciclub Verano Azul reduce su actividad en verano, y quedan solo salidas indiviuales para matar el gusanillo y mantener un poco la forma física.


Yo aprovecho mi estancia en Canet -Ciudad de Vacaciones- para visitar los alrededores, que por suerte coinciden con poblaciones de la Sierra de la Calderona, la Sierra de Espadán o el litoral valenciano.


En esta ocasión, por falta de tiempo, la ruta quedó reducida a unos 40 km de recorrido para visitar el Castillo de Almenara. El recorrido me llevó por algunas urbanizaciones costeras del norte de Canet d'En Berenguer, y después (intentando evitar la carretera) por caminos entre naranjos hasta la localidad de Almenara. La subida al Castillo resultó muy sencilla, pues se trata de apenas una cuesta que nos sitúa en la colina, a los pies de los restos castrenses.


Me agradaron mucho tanto las vistas (aunque la mañana era calimosa), como el tramo de tierra de ascenso a las ruinas; se trata de un agrable camino jalonado de especies muy valencianas (higuera, carrasca, almendro, olivo, granado...). Lástima que el tramo sea tan corto y la experiencia no se alargue más.


Un paseo recomendable tanto en bici como con la familia, para aquellos que disfruten sus vacaciones en las proximidades de esta bonita localidad. En bici, la ruta por entre naranjos nos permite visitar también algunos "motores" como el Pou del tio Perico, conservados en un estupendo estado.



Como siempre, disponéis de algunas fotos en nuestro álbum online.

Fernández

jueves, 4 de agosto de 2011

110730 CHÓVAR

La etapa elegida para este sábado ha recorrido tierras de Soneja y Chóvar. Puestos a coger el coche, hemos preferido buscar una alternativa a La Calderona, y la Sierra de Espadán cumple con todos los requisitos: proximidad a Valencia, recorridos de montaña con buenos caminos, paisajes atractivos…


El recorrido elegido nos acerca a esta bonita sierra por su parte sureste, desde Soneja. Lo cierto es que al bajar el track (http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=607942) teníamos cierto escepticismo por el gran porcentaje de carretera que tiene la ruta (yo diría un 75% de asfalto), sin embargo gran parte de este tipo de firme corresponde a caminos asfaltados, sin tráfico de coches y que apenas pasa por algunas casetas dispersas.


En otras palabras, la ruta se ha caracterizado por bonitos paisajes y mucha, mucha tranquilidad. Hay que decir también que el día no invitaba precisamente al paseo de las multitudes domingueras, ya que la lluvia estuvo presente toda la jornada.
De hecho, el planteamiento inicial se vio muy condicionado por la lluvia… El plan era estar a las 7:00 en el punto de salida, para hacer el recorrido con el frescor mañanero y estar de vuelta antes de media mañana, para ir a la playa con la familia. Esa era la intención, y a las 6:30 ya estaba al volante… pero al llegar a Soneja, justo antes de salir del coche, el sirimiri se convirtió en lluvia pertinaz, y me retuvo hasta las 8:30 dentro del coche, hasta que amainó y pude subirme a la bici.


Mal empezaban las cosas, pero el asfalto me permitió mantener un buen ritmo hasta Chóvar, parando en algunas ocasiones para hacer unas fotos.
Pasando la población y empezando el ascenso al Pico Bellota, la lluvia se hizo de nuevo patente, y me obligó a hacer alguna parada al abrigo de las paredes de piedra y los pinos. A pesar de todo, la subida resultó cómoda por la buena calidad del asfalto. A la altura del Port d'Eslida (620 m), coincidiendo con un nuevo chaparrón, llegó la hora del bocata.


Desde aquí un desvío me hacía abandonar el asfalto en dirección a unas antenas en la cima del alcornocal. Ya pedaleaba con bastante retraso acumulado, y la subida a las antenas parecía un tramo costoso (a esas alturas, además, la lluvia se mostraba constante); por suerte el track tomó una variante a la izquierda. La ruta a partir de aquí ganó en variedad, ya que se convirtió en un sube-baja por caminos que recorren el bosque de alcornoques. Ni que decir tiene que el paisaje es muy bonito, pero el suelo mojado y las piedras de rodeno dispersas por aquí y acullá no permitían desviar la vista del camino.


Como no podía ser de otro modo, al final la ruta es en franca bajada, para compensar la subida inicial por el pueblo de Chóvar. Abandonando el camino, el tramo por asfalto que nos devuelve a Soneja (pasando por Azuebar) es también rápido y sin tráfico. Ahora la lluvia era bastante constante y -unida al agua que salpicaban las ruedas- no había manera de evitar el remojón.


En resumen, una ruta que alterna bien el asfalto con la tierra (los tramos asfaltados permiten mantener un buen ritmo, y disfrutar también del paisaje de almendros, olivos y alcornoques). El camino por el bosque obliga a trabajar el cambio y el bloqueo de la suspensión, y aporta ese condimento extra para los que nos gusta la montaña. No es agosto la mejor época para subirse a la bici, pero en esta ocasión el tiempo acompañó y el día lluvioso no hizo sino realzar los olores y los colores; encontré muy bonito también el hecho de pedalear casi casi a la altura de las nubes, a pesar de que al final acabé empapado y con la bici llena de barro...
Como he dicho, tomé el track de Alfonso Pitarque, que a su vez lo extrajo de una publicación ("El Alto Palancia: Itinerarios cicloturistas". Nosotros lo hemos dejado en http://www.bikemap.net/route/1146773, y como siempre las fotos las podéis encontrar en nuestro álbum online.

Saludos,
Fernández

FUNDACIÓN BVA

Es verano, y la actividad del Biciclub Verano Azul decae por los motivos habituales del estío: encuentros familiares, vacaciones, calor agobiante… Sin embargo, la Fundación BVA encuentra en estas fechas oportunidad para desarrollar sus proyectos, la mayoría de ellos dirigidos a los más pequeños.
Sería muy largo enumerar todos los actos, pero queremos destacar los que más ilusión han despertado en los niños.

PAELLA DOMIGUERA
Nuestro Presidente ofreció un estupendo arroz a banda para las familias de los miembros, así como amigos afines al Biciclub. El arroz estaba de muerte, y fue muy aplaudido por todos.


Los niños disfrutaron de un día con piscina y actividades al aire libre, y los mayores tuvimos ocasión de exponer nuestras ideas sobre la marcha de nuestro club. Entre todas las ideas que surgieron, cabe destacar la propuesta del Lupas que nos animaba a hacer un tramo del Camino de Santiago en bici, para después del verano. Esta sugerencia causó cierta sorpresa, sobre todo porque surgió antes de que el Presidente empezara a tomar cubalibres; habrá que tomarla como una propuesta seria sobre la que habrá que discutir los detalles.



JORNADA AL AIRE LIBRE


Una tarde dedicada también a los pequeños, que pudieron disfrutar de actividades al aire libre. Cómo no, lo más celebrado fue la piscina, los globos de agua y la batalla de pistolas de agua. Tras la cena los muchachos regresaron a casa, agotados por la intensa actividad.


Por desgracia, pudimos contemplar en las proximidades cómo un incendio arrasaba la zona de Els Cerros (Llombai) y que se extendió por La Serreta (Real de Montroi). La actividad de los helicópteros, hidroaviones y avionetas del servicio de extinción impresionó a los chavales, que ahora tienen en su haber una experiencia más que sin duda les hará apreciar mucho más el valor de nuestro entorno natural.




DIVERSIÓN EN AQUARAMA


Con menor éxito de asistencia (de asociados del Biciclub, que no de amigos) disfrutamos hace unos fines de semana de un día en Aquarama. Sobran las explicaciones, ya que es fácil adivinar que los chicos no pararon en todo el día.


La verdad es que también los mayores nos divertimos mucho, en parte porque Sergio y sus colegas ya iban por su cuenta y pudimos centrarnos más en Adrián y los más pequeños.

En la Fundación BVA no dejamos de pensar en nuestras familias y amigos, y por ello seguiremos haciendo propuestas para que podamos pasar buenos ratos juntos. Muchos proyectos se nos quedan en el tintero, pero con un poco de vuestro apoyo iremos cumpliendo todas estas ilusiones.

Un saludo.

Fernández
Presidente Fundación BVA