Este es el último sábado del año, día de Nochevieja, y uno duda si coger la bici o quedarse en la cama... Los compañeros del biciclub han excusado su ausencia, pero la verdad es que guardo buen recuerdo de la etapa de fin de año de 2010, así que me animo a coger la bici y acercarme a la sierra de Chiva, en donde hace un año por estas fechas disfruté de una etapa muy gratificante, a pesar del frío.
Así pues, madrugón para estar de vuelta a una hora decente, y camino hacia Chiva. La primera sorpresa es que estamos rondando los 10ºC, la segunda es que en las primeras rampas -suaves y por asfalto, antes de llegar a la Fuente del Enebro- siento una flojera en las piernas que no es normal. Será una incipiente gripe, pero la sensación de pájara no me abandonará en todo lo que resta del recorrido.
Así el panorama dudaba si completar la ruta (con unos 900 m acumulados) o volverme para casa... pero sería una lástima después del madrugón y del día tan agradable que había salido. Así que decidí seguir adelante, y bien que valió la pena.
Como decía, el tramo de ida es casi todo por asfalto, subiendo por el barranco. Se deja subir, y se puede disfrutar de la geología de la zona. Me quité los guantes de invierno y el quitavientos, así como los neoprenos de los pies, y a tirar p'arriba.
Una vez se acaba el asfalto queda aún un suave ascenso hasta el Pico de las Hierbas, por una pista forestal que se va cerrando hasta convertirse en camino, con bastante piedra suelta. Aquí las vistas del lado norte son impresionantes... creo que a lo lejos se vislumbra Gestalgar y Bugarra, una pasada si se trata de un día despejado. En esta vertiente del pico encontramos una de las dos microrreservas de Chiva. Ni que decir tiene que en la cima del pico (unos 1020 m según mi GPS) se tiene una impagable panorámica de toda la sierra.
El descenso es otro cantar... el camino es una preciosidad, bordeando el barranco, pero se cierra hasta convertirse en una trialera. Tengo que decir que yo le voy cogiendo el gusto a estos tramos tan técnicos, así que ¡sillín abajo y a disfrutar! Ahora me alegro de tener una horquilla de 140 mm... Tras este pequeño subidón de adrenalina, queda aún descenso o llaneo por caminos y algo de carretera hasta Chiva. Al llegar tuve que comprar algo de fruta para combatir esa sensación de flojera, aunque no era cuestión de azúcar, sino de virus...
En resumen, un recorrido con buenas vistas y variedad de terrenos. Lástima que me quedara sin batería en la cámara, por lo que las fotos hechas con el móvil no hacen justicia a lo que se puede disfrutar con este paseo. Una buena forma de terminar el año.
Como siempre, las fotos las podéis ver en nuestro álbum online. El track lo tomé de bikemap
Nos vemos en el 2012.
Fernández
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