miércoles, 20 de abril de 2011

110417 RINCÓN DE ADEMUZ


"Sobre la tierra en flor, sobre tu lecho
disfruta la mirada a tu medida
en un RINCÓN de paz que se hace vida
al sentir el paisaje sobre el pecho."


Ricardo Fombuena, en "El Turia por su rincón", nos invita a disfrutar del Rincón de Ademuz, de historia fragorosa, de pueblos en solana y de bosques de ribera, siempre con el Turia y sus afluentes como elementos principales.


La casualidad nos ha llevado este fin de semana por estas tierras: en principio había una acamapada prevista, para titulares del biciclub y familia, pero se anuló porque Saba tenía otros compromisos ineludibles. Así las cosas, con ganas de aire libre, decidimos alquilar una casita rural en el Val de la Sabina, muy cerca de Ademuz. El Lupas y yo, con nuestras respectivas familias, pasamos el sábado y el domingo de excursión por distintos parajes y disfrutando también de las instalaciones de la casa rural La Tosca.


¿Y qué tiene esto que ver con el BVA?, pues que echamos las bicis al remolque y nos hemos montado una salida por Ademuz. La ruta la tomamos de http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1159670 pero la acortamos sensiblemente para poder estar de vuelta a media mañana y pasar el máximo tiempo posible con la familia.


Lo cierto es que la parte interesante, la subida contínua, la hicimos al completo: hasta llegar a Sesga el recorrido es en gran medida ascendente, con algún tramo de asfalto hasta llegar al desvío del Molino de Cuchillos (muy bonita esta zona, con una estupenda área recreativa). La pista por aquí estaba recién acondicionada, y la ventaja de rodar sobre terreno sin baches contrastaba con el problema de la superficie con tierra removida por la maquinaria.


Más adelante la pista se estrecha y pasa a ser poco más que una senda. Los paisajes siguen siendo muy bonitos, entre montañas, hasta llegar al punto elevado de la aldea de Sesga. Allí la paz es absoluta, ni un ruido, ningún vecino por las calles, ni un animalillo que rompa el silencio.


El almuerzo se solucionó a base de pan y chorizo (tuvimos que sacrificar la pieza que habíamos comprado a Saba, pero era cuestión de supervivencia), pero supo a gloria después de tan largo ascenso. Desde allí podíamos seguir el recorrido circular -que nos deparaba aún unos 20 km- pero decidimos tomar una ruta alternativa, ya que un cartel nos indicaba dirección a Val de la Sabina por un atajo.


El regreso fue 100% descenso, por alfalto en desiguales condiciones. Se hizo muy, muy corto, ya que nos devolvió a casa tras apenas 5 km. Eso sí, no pudimos resistirnos a hacer contínuas paradas para contemplar el paisaje y visitar alguna "barraca": según hemos podido saber, las barracas de piedra en seco son construcciones de arquitectura popular construidas para ser usadas por los pastores o agricultores para pasar la noche o cobijarse en caso de tormenta.


En fin, un recorrido modesto de unos 25 km, pero con desnivel interesante, paisajes variados y un relajante silencio que invitaba a disfrutar con cada pedalada. No nos importó pasar un poco de frio en manos y piernas, ya que a primera hora estaríamos a unos 7-8 grados. Es una zona muy interesante (hay folletos publicados con numerosas rutas para btt), y adecuada para alternar turismo con bicicleta. Espero que volvamos alguna vez...

Tenéis algunas fotos más en nuestro álbum online, pero lo mejor es darse una vuelta por allí para poder disfrutar los paisajes.

Fernández

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